Pasa el tiempo, y yo sigo girando sobre la misma línea recta. Solo y perdido en mi propio camino, sin señales de tránsito. Siempre me encuentro a mi mismo, a veces es bueno, otras veces no tanto.
Porque a veces me veo soñando despierto, esculpiendo sueños incompletos en mi piel y creyendo —sabiendo— que así se van a materializar.
Porque en esta convergencia reina la duda.
Porque tu nombre hace eco en mi cabeza y se multiplica por dos cuando me veo.
Porque puedo saborear colores dulces que me son amargos y transparentes, el color de tus ojos, de tu pelo, de tus besos.
Porque cada vez que pasa, me veo peor.
Porque a veces me veo soñando despierto, esculpiendo sueños incompletos en mi piel y creyendo —sabiendo— que así se van a materializar.
Porque en esta convergencia reina la duda.
Porque tu nombre hace eco en mi cabeza y se multiplica por dos cuando me veo.
Porque puedo saborear colores dulces que me son amargos y transparentes, el color de tus ojos, de tu pelo, de tus besos.
Porque cada vez que pasa, me veo peor.
Cuánto dolor. Cuánta ternura...
ResponderEliminar