viernes, 26 de diciembre de 2014

Lisergiamorificación

4:07 de la mañana, Four O'clock Drag, como siempre, sonando a esta hora. A uno le llegan las horas de meditación y reflexión acerca de muchas cosas (qué buena hora para hacerlo, con la luna creciente y sin interferencias). ¿Camino espiritual o no? Tengo mis dudas que, disipándose, me ayudan a cuestionarme mi forma de vida y mis prácticas respecto de los demás. No importa, eso es más personal aún que este blog.

Se consume el cigarrillo, llevándose en el humo y en las cenizas cargas enormes de frustraciones y pensamientos. Se disuelve la pastilla bajo la lengua y se apaga lentamente la lucecita de mi cerebro, activo 24/7. Necesito menos prolijidad y más fiesta, para sacarme un poco al demonio de adentro y la mala vibra. ¿Drogas, alcohol? Quizá. A veces así se logra una diferencia, incluso al vomitarlo todo.

Necesito soñar despierto con parajes coloridos y móviles en vez de seguir pensando en la cotidianeidad. Necesito una(s) mujer(es) que me acompañen por un rato, ¿quién no precisa tal compañía en ciertos momentos de su vida? ¿O acaso la monogamia es ley hasta en las relaciones extra matrimoniales? Me niego a ser monógamo. Yo estoy casado con Cecilia, la musa de mi inspiración y ella no es celosa y se deja tocar por todos y todas a su alrededor, igual que yo, siempre y cuándo me la devuelvan como estaba. Las guitarras no son celosas. Es la única relación de posesión que tengo.

Soy así, por ahora no estoy hecho para quedarme con una sola persona, salvo que encuentre alguien que me cambie la vida y amerite mi conversión a la monogamia despreciable del ser humano. En otras palabras; si encuentro a una persona que sustituya a todas las demás que pueda querer (no en el sentido de posesión, querer por querer, no querer por poseer), me daré a esa persona sin chistar, porque me ofrece su mundo a cambio de nada, como yo le ofrezco el mío por el mismo precio.

¿Cómo llegué hasta este punto? La lisergia no me acompaña desde hace mucho ya —la extraño— y no encuentro el nexo conector entre un trip y el amor. Ah, ya lo encontré. Me lo guardo en la billetera, como un cartoncito.

MI NECESIDAD DE AMOR ES LISÉRGICA

¿Por qué? Porque necesito alguien que me haga ver el mundo diferente, de color y no en blancos y negros. Quiero y no puedo. ¿Acaso cuando me inicie en mi nuevo rumbo espiritual aparecerá tal persona? ¿La tengo a mi lado y no me doy cuenta? ¿La tuve y la perdí? No, nunca perdí un cartón. Nunca me ha fallado un trip, y no creo que en un camino espiritual me regalen drogas alucinógenas.

Mi necesidad es lisérgica intrínsecamente, no me basta con el efecto horario duodecimal. Necesito ver el mundo nuevo que me prometieron mil veces, y las mil veces fueron una mentira. No quiero una ilusión, quiero un mundo real de color y alegría, de reflexión y desarrollo emocional, de creatividad y afecto. Estoy re podrido del dolor, de las pastillas, de la cronicidad de mi psicopatología (sí, asústense, musas víctimas de mi creación artística, están leyendo a un individuo trastornado, bastardeado y asustado de ustedes, las de hoy, las de antes y las de ayer)

Uno conoce gente nueva que augura nuevas perspectivas, pero uno no puede tirarse a la piscina si no sabe si hay agua. También gente del pasado aparece (quién sabe para qué) intentando mostrar que cambiaron, aunque no cambiaron nada. Yo mismo me presento como alguien que cambió, pero lo creo firmemente. Soy otra persona y los que me conocen lo saben bien. Sólo me faltaría saber si vos, vos, vos, vos y vos lo entienden. Por favor, no encuentren en mí un amigo. Soy incondicional, pero no soy un amigo. Soy una persona que siente atracción y que quiere establecer un vínculo distinto a la amistad con alguna de ustedes. Sí, siento cosas por más de una persona. ¿Es razón para crucificarme? Yo sólo quiero que me saquen de ésta situación si es que me quieren. O darme algo para salir volando con cualquiera de ustedes, a quienes (por ahora) quiero por igual.

Ha fracasado tanto mi vida sentimental en estos últimos tiempos que ya parece ser irreal. Yo busco tener los pies en la tierra y la mente en vos. Sí, vos, la que estás leyendo esto. La que me dijo que nos veríamos en X lugar, X día. La que me dijo "no nos veamos más", la que me dice "te amo, pero sos demasiado bueno". La que me pintó el mundo de colores que yo quería y añoraba, para desaparecer un día en los brazos de otro tipo sin darme siquiera un beso.

Casi 40 minutos han pasado y yo sin fumar un cigarro, espérenme... *arma*...listo.

Una persona que quiero me dijo que yo tengo el defecto de hacerme amigo muy rápido de las mujeres. ¿Es tan así como un defecto? ¿Las mejores relaciones no nacen de una amistad? ¿Tan equivocado estoy? Yo quiero dar mi amistad y mi amor romántico a quien deseé recibirlo, siempre y cuando yo lo reciba a cambio. Juro con mis manos en el fuego que, si es sincero, estoy dispuesto. Una relación sana se basa en la confianza, la amistad y en el amor, principios básicos para todos los vínculos.

Repito, no quiero poseer a nadie, sólo quiero querer y que me quieran. Y de forma "romántica" (no chiclosa), sin sufrimiento, sin aislamiento, en armonía con lo que nos rodea y la gente que tenemos alrededor. No quiero ataduras. Quiero alguien con quien compartir mi libertad.

Sí, gente, llegó el día. Quiero una novia que me quiera al menos un poco en correspondencia con lo que yo la puedo llegar a querer.

martes, 23 de diciembre de 2014

Litha, son tus predicciones de ocasos cada vez más tempranos las que me inspiran hoy a escribir. El Sol deja de ser, poco a poco, el guardián de las horas. Le cede su lugar a Gealach.

Gracias.