jueves, 1 de agosto de 2013

Calesita

¡Será posible! ¿Cómo se hace para meter toda el agua de lluvia dentro de una taza de café? No se puede, sencillamente. A veces tratamos de abarcar las situaciones como el arca de Noé y no nos damos cuenta de que no nos lleva a ninguna parte, entonces tratamos y tratamos... cuando nos queremos dar cuenta, estamos ahogándonos en un mar infinito de incertidumbre, hundiéndonos más y mas. Los grilletes en nuestros tobillos nos encadenan a un sin fin de nimiedades que pesan más que la nada misma que nos mantiene callados. Vamos aislándonos poco a poco, olvidándonos hasta de nosotros mismos, solo para estar dentro de la cabeza de otro. Y sabemos lo que hacemos, porque no somos idiotas (solo un poco masoquistas).

En esta calesita a veces no sabemos comportarnos. Nos paramos, saltamos de un caballito al otro, nos reventamos contra el piso, los más atrevidos tocan los cables... todo por pensar que tenemos el dominio de algo. No tenemos nada. ¿Quién nos puede aconsejar algo si estamos todos en la misma? Quizá la experiencia otorgue autoridad a alguien para intentar ayudar a otro a no caerse. Es una ficción retorcida la calesita. Me hace pensar en masas humanas incrustadas en un aparato eléctrico similar a una licuadora donde sus cuerpos quedan intactos pero sus emociones se homogeneizan hasta formar algo extraño. Quizá esa comunión entre todos los sentimientos, emociones, pensamientos y demás que tenemos en común con los otros miembros de la procesadora sentimental sea aquello que nos obligue a intentar acaparar todos los problemas de forma arbitraria.

Y yo me pregunto a veces... ¿Dónde quedó todo? ¿Quedó algo? No sé. Yo solo quería abrazarte, y quise abarcar demasiado... y ahora pago las consecuencias. A m i g a.

I - VIII - XIII

1 comentario:

  1. A veces lo que queremos hacer no alcanza para llenar eso que tenemos adentro (el corazón) y que late por inercia, o lo que sea, pero lo que lo hace latir es lo que hace funcionar la calesita. Cosa jodida ser humano, che. Al fin y al cabo ninguno de nosotros sabe pararla.

    ResponderEliminar