martes, 11 de junio de 2013

Yo no estoy, y me preguntás si el amargo final que nos espera nos va a tocar a los dos por igual. Y... ¿Qué sé yo? Seguramente, pero no va a ser lo mismo, porque cuando se vaya uno, no va a estar el otro para confirmarlo. Es como una película de la que sí o sí nos perdemos del final.

No puedo mirarte a los ojos y llenarte de certezas; no puedo ver a través de tu cuerpo, que es un muro de vidrio que no me deja pasar al otro lado. No veo el futuro, pero puedo especularlo. Tomo un trago y sigo. Listo.

A veces me pregunto si somos un proceso, un efecto colateral de una máquina perversa... y nunca llego a ninguna conclusión. Me quedo en la nada, como un espectro.-

--/VI/XIII

1 comentario:

  1. Entre el espectro y el vidrio no sé si hay algo en común, pero que somos un efecto colateral... ¡seguro!

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